Lo más dañino que aprendiste en el colegio no fue algo que aprendiste en un clase específica, sino el hecho de que sacarte buenas notas era bueno.
El tema es que en teoría los exámenes sirven para lo que su nombre indica, examinar cuanto has aprendido en clase. En teoría no deberías prepararte para un examen de matemática, más de lo que deberías prepararte para un examen de sangre. Porque, en teoría también, uno aprende yendo a clases, haciendo trabajos prácticos y leyendo la bibliografía, y el examen que viene después solo debería medir que tan bien te fue haciendo eso.
Pero en la práctica, como casi todos los que están leyendo esto ahora saben, las cosas no funcionan así, en la práctica decir estudiar para un examen es casi redundante, uno sólo estudia para los exámenes. La diferencia entre los buenos estudiantes y los malos estudiantes es que tan bien anticiparon el examen y cuanto tiempo antes del examen empezaron a estudiar.
De hecho, yo fui un estudiante que tomo el tiempo para estudiar, y todo lo que hice fue para sacarme buenas notas. Pero esto resulta un poco obvio, esta claro que ser un buen estudiante es sacarse buenas notas, y ese es el daño que este sistema de medidas le ha hecho a nuestra cultura.
Creo, de todos maneras, que todos estamos de acuerdo en que aprender y sacarse buenas notas no van de la mano. Porque si fuera así, todos ustedes se acordarían de los casos de factoreo que aprendieron 2 días antes de un examen cuando tenían 15 años. Pero el problema es más grave que eso, el problema es que la mayoría de las pruebas no miden lo que quieren medir.
Si los exámenes fueran realmente exámenes de aprendizaje, es decir, midieran cuanto aprendiste, entonces no sería tan grave, en algún momento sacarse buenas notas y aprender serían lo mismo, convergerían.
El problema es que los test se pueden hackear, se puede encontrar la forma de zafar. Todos los que hemos tenido buenas notas alguna vez lo sabemos, se van a dar cuenta cuando vean lo ingenuo que suena actuar como si no pudieras salirte con la tuya sin realmente aprender.
Supongamos que estas tomando una clase de historia reciente, y el examen final es en 3 semanas. Supongamos que el test va a medir cuanto sabes de historia reciente, si?
Entonces la mejor manera de usar estas 3 semanas es comprar los 3 mejores libros de historia y estudiarlos, entonces vas a saber un montón y te va a ir muy bien en el examen.
⚠️ Luego alguien que se saca muy buenas notas te va a decir, no, no, no. Si lees esos 3 libros la mayor parte de lo que lees no va a estar en el examen, no queres leer buenos libros, lo que queres leer son las notas de clases y las lecturas obligatorias, y de eso también hay una gran parte que podes ignorar, solo te tenes que enfocar en las cosas que pueden convertirse en una pregunta de examen. Si alguna de las lecturas tiene un dato de color sobre la segunda guerra mundial, lo podes ignorar, pero si el profesor dijo que hubieron 3 causas, lo mejor es que te sepas esas 3 causas. Y si en realidad fueron causas o consecuencias, de hecho no importa para sacar una buena nota.
Luego en la universidad, la cosa se pone más intensa, porque por lo general siempre hay exámenes de años anteriores dando vuelta y esos afinan mucho más lo que tenes que saber, porque aunque los profesores no quieran, las preguntas comienzan a repetirse.
Si el profesor tiene una orientación política es posible que la tengas que aceptar para aprobar.
Ahora bien, obtener buenas notas y aprender no es lo mismo, pero no podemos culpar a los estudiantes por elegir las notas sobre el aprendizaje, ya que todos son juzgados por las calificaciones, las becas, los padres, los empleadores.
A mi me gusta aprender, y algunas de las clases que tuve en la universidad realmente las disfrute, pero luego de que terminaba la clase, ponerme a hacer algún ejercicio extra solo porque lo disfrutaba, jamás, tenía otras materias de las que me tenía que encargar. Todos nos enfrentamos a la decisión de si aprender o sacarnos buenas notas, pero nadie se inscribe en una universidad para desaprobar.
El problema real son las notas mas que los exámenes, las notas han sido sobrecargadas de valor, si los test fueran solo para diagnosticar como va el curso, los estudiantes no estarían tan motivados a hackearlos, pero como tu promedio te define, entonces mejor que tengas uno bueno.
Un claro ejemplo de que uno puede zafar en los test es el ingreso a las universidades, si los exámenes de ingreso solo midieran la capacidad del estudiante para aprender, entonces alcanzaría con ser bueno aprendiendo, pero estos exámenes son descifrables, no quiero decir fáciles, si no tan descifrables que hay toda una industria alrededor, en Mendoza hay muchos preuniveristarios que prometen que el 95% de sus alumnos entran a la tal universidad, o sea que hay una receta para entrar y ellos la saben, lo mismo pasa en Chile con la PSU.
Pero no todo termina acá. Hay dos clases de exámenes, pruebas o test. Los que son impuestos por una autoridad y los que no. Los que son impuestos por una autoridad son los que uno puede hackear, porque lo único que tenés que hacer es descifrar la autoridad y ser como esa autoridad quiere que seas. Aprender lo que ella quiera que sepas y comportarte de tal manera, funciona para el colegio, la universidad y las entrevistas de trabajo. Pero obviamente tiene un costo, dejar de ser como vos queres ser.
Pero esta el otro tipo de examen, el que no es artificial. Los exámenes reales son los que enfrentas cuando creas algo y la gente lo prueba, escribiste un libro, compusiste una canción, filmas videos, sos un profesional freelance. Acá todo lo que aprendiste sobre ganar hackeando tests en el colegio, porque eso es lo que aprendiste en el colegio, no sirve. Lo único que sirve es hacer algo realmente bueno, para que a la gente le guste. Y este es otro problema, porque fuimos educados para encontrar el truco que va a hacer que las cosas funcionen, no para hacer las cosas bien.
⚠️ Si creas una aplicación, o publicas una foto, la gente la va a usar o ver solo si le gusta, no importa si logras que todos tus amigos le pongan me gusta o te compren, si no le interesa al público que no te conoce, no va a funcionar.
Pero no todo es malo, porque justamente los malos exámenes están dejando de ser importantes, antes, si querías publicar un libro, tenías que encontrar alguien que creyese que era bueno y lo publicara, si queres tener un programa tenias que encontrar un productor. Y como prueba de que estos test son malos, pueden ver el ejemplo de los juegos del hambre.
Hoy uno puede escribir un libro y liberarlo en la web sin intermediarios, no tiene que pasar ningún test impuesto por una autoridad, solo publicar y presenciar un test real de si a la gente le gusta lo que hiciste o no.
Aunque con esto nace un nuevo problema, y es la frustración, porque todos creemos que hay algo que podemos hackear, un algoritmo que podes aprovechar a nuestro favor para que lo que sea que creamos tenga éxito, y como ya explicamos, esto no funciona así, lo único que va a servir muy pronto es hacer algo bueno.